Sí, mi madre lleva 15 días sin beber ni una gota de alcohol.
Como ya dije en una entrada anterior, creo que una de las principales cosas que caracteriza a las personas que padecen, o tienen cerca, la enfermedad del alcohol es la continua sensación de vivir en una noria. Siempre dando vueltas y vueltas… En esa misma entrada decía que habíamos vuelto a los días de los gritos sin sentidos, de pasar del sofá a la cama, de faltar a las citas del médico, u un largo etcétera. Si hace quince días estábamos en la parte baja de la noria, casi rozando el suelo, en la actualidad nos encontramos en uno de los puntos altos, lleva dos semanas sin beber.