Si has llegado hasta aquí probablemente tú también tengas cerca a algún familiar o amigo con problemas de alcoholismo, o quizá tu mismo/a estes padeciendo la enfermedad.  Lo que nadie me contó del alcohol nace de mis vivencias y convivencia con una persona alcohólica, mi madre. Pero antes de seguir hablando del tema, deja que me presente.

Yo¡Hola! Me llamo Aitana y nací en Madrid donde aún resido hace ya veintitantos años. Creo que soy una persona sencilla, a la que le gusta escuchar, amiga de mis amigos, y quizá demasiado responsable. Disfruto con un buen libro o escuchando música, y me relaja muchísimo escribir y pasear sin rumbo.

Siempre quise estudiar una carrera que me llevase a poder ayudar a los demás y lo logré, soy graduada en Trabajo Social por la Universidad Complutense de Madrid, y Especialista en Técnicas y Métodos de Resolución de Conflictos. Aún no he tenido la oportunidad de poder ejercer como tal pero estoy segura de que algún día la tendré 🙂

Desde el año 2009 dedico mi tiempo libre, entre otras cosas, a hacer voluntariado con niños que se encuentran en centros de acogida de la Comunidad de Madrid. La verdad es que es una experiencia cansada pero muy muy gratificante. Es una maravilla poder compartir alguna de mis tardes ayudando a que esos pequeños se olviden un poco de los problemas y la situación que tienen alrededor, creo que no hay nada mejor que verles sonreír.

No sé cuando mi madre empezó a beber pero si sé que me di cuenta rápidamente, aunque no le pude poner nombre hasta que fui algo más mayor y supe de la existencia de la enfermedad del alcoholismo. Mi hermana y yo llevábamos la enfermedad de mi madre en silencio, en casa había discusiones casi todos los días, pero fuera de ahí no pasaba nada ni lo parecía.

Cuando pusieron internet en casa, yo tendría aproximadamente unos doce años, me dedicaba a buscar en blogs o en foros a alguien que pasase por una situación similar a la que yo estaba pasando. Sentía que necesitaba poder ser sincera con alguien que me fuera a entender, y además sólo supiera de mí lo que yo quisiera contarle. En aquella época no recuerdo haber encontrado mucho.

Este es el motivo que me animó a abrir el blog. Creo y espero que pueda servir para ayudar a otras personas que se encuentren en la misma situación, y porque no también para ayudarme a mi misma como forma de desahogo. No quiero monopolizar el blog hablando únicamente de las cosas malas que conlleva esta enfermedad, creo que sería bastante triste, así que hablare un poco de todo, de lo que me pasa, de lo que pienso, de lo que me gusta o de lo que no me gusta.

Podría seguir enrollándome más pero creo que es mejor empezar, así que bienvenidos a mi blog 🙂