Creo que ya he comentado en alguna que otra ocasión que mi forma de desahogo siempre ha sido escribir. Empece con cuadernos que hacían las veces de diario, y acabe abriendo un blog en internet (no me refiero a este, sino a otro). Hace poquito me acorde de él y entre a empaparme del pasado. Fue increíble. Iba leyendo las diferentes entradas, y cuanto más leía más tenía la sensación de que no era yo, de que eso lo había escrito otra persona. Pero no, si que soy yo la persona que lo escribía, yo con mis 16, 17, 18 años…
Cuando mi madre no bebía…
