Ayer fue la última salida de este curso con los niños con los que hago voluntariado, y nada mejor para decirnos adiós que pasar el día entero con ellos en el zoo 🙂
Fue un día maravilloso y muy gratificante, bueno la verdad es que siempre lo es. No sabéis lo que se siente al ver a veinte pequeñines (y no tan pequeñines) disfrutar como niños de verdad viendo a todos los animalitos y pasando un día fuera de la rutina de los centros, las visitas, las reuniones con los psicólogos y trabajadores sociales, y un largo etcétera que compone el día a día de estos niños.