Ambulancias, hospitales, pruebas, quejas… más ambulancias, más hospitales, más pruebas, más quejas…
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La historia sin fin…

Ambulancias, hospitales, pruebas, quejas… más ambulancias, más hospitales, más pruebas, más quejas…
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La playa y su olor a sal, el sol, tormentas de verano, viajes en coche cantando a pleno pulmón, aire acondicionado, ir, nachos, tiempo libre, tardes de césped, noches improvisadas, pantalones cortos, risas, sonrisas…
Me da un poco de miedo generalizar pero creo que no me equivoco cuando afirmo que las personas alcohólicas y las personas adictas a alguna sustancia, viven una realidad completamente distinta a la que viven las personas que no lo son.
Esta vez espero escribir y acabar publicando. No os imagináis la de entradas que tengo empezadas y luego, por falta de tiempo o simplemente por dejadez, acabo abandonando a medias…
Hoy hace cuatro años que “todo” volvió a empezar. Quizá os pueda parecer exagerado pero para mi el incendio supuso un antes y un después. Fue cuando fui verdaderamente consciente de que no era la misma que antes, de que estaba cambiando.